LIC. KARINA SEVERINO |
Familiares de un hombre que fue rociado con la sustancia
conocida como ácido del diablo por una abogada nativa de esta ciudad de Puerto
Plata, denunciaron que la mujer pretende desvirtuar los hechos.
Francisco Canario, un joven de esta localidad, se fue a
Estados Unidos como otros tantos dominicanos en busca de mejor suerte. A su
regreso al país compró un modesto apartamento donde se mudó a vivir. Pero los
constantes problemas que enfrentaba con una vecina suya, lo obligaron
finalmente a mudarse del apartamento, para evitar a su vecina que constantemente
le acusaba de usar el agua de la cisterna, de dejar encendida la bomba, que si
esto, que si lo otro.
Cuando Francisco fue a buscar las ultimas pertenencias que
le quedaban en el apartamento, su vecina, la
Lic. Karina Severino, abogada de los tribunales
de Puerto Plata, tras increparle, le echó encima una cubeta casi llena de ácido
del diablo, a consecuencia de lo cual se mantiene interno en un centro médico
de Estados Unidos, donde se ha diagnosticado que su estado es delicado.
El joven José Gabriel Marte Martínez, que acompañaba a
Francisco el día que la Lic. Karina
Severino tomó la fatal decisión de echarle ácido del Diablo, cuenta que desde
que la abogada notó la presencia del joven comenzó a insultarles, a lo que
ellos decidieron no hacerle caso y salir cuanto antes del edificio, y
justamente cuando Francisco bajaba del segundo nivel, oyó que la hija
adolescente de la abogada gritaba: ¡Mami no!
Entonces Francisco giró la cabeza, y la letal sustancia no
solo le cayó en la espalda, sino que alcanzó además todo el lado izquierdo de
la cara y el cuello.
Ante la querella por este hecho criminal, la inculpada huyó
y se ocultó, por lo que la justicia emitió la orden de captura No. 1754/2011. pero
no fue sino hasta este martes 18 de octubre cuando la autora de este hecho
criminal se presentó a las autoridades, acompañada de la presidenta del Colegio
de Abogados y una batería de periodistas, alegando que ella es la víctima de
esta caso, y de inmediato inició los trámites para solicitar una garantía económica,
es decir, su libertad mediante el pago de unas pocas monedas.
Estos son los hechos; crudos, reales, tal y como ocurrieron.
En momentos en que la sociedad sufre una oleada de violencia generada por la
delincuencia, sería un mensaje equivocado dejar sin castigo a una ciudadana
que, en su condición de abogada, debía saber muy bien la clase de delito que
cometía.
Esperaremos el desenlace de este caso, Confiados en Dios, y
en la justicia dominicana.
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