El pívot dominicano Al Horford no sólo se ha convertido en titular indiscutible con los Hawks de Atlanta, sino que además también se ganó la elección de estar de nuevo por segundo año consecutivo con el equipo de la Conferencia Este para el Partido de las Estrellas.
Horford, de 24 años, está feliz por el reconocimiento que los entrenadores de los equipos de la NBA hicieron a su trabajo dentro del equipo y también por la gran proyección y buena imagen que están dando al deporte del baloncesto dominicano y a todo el país.
En reconocimiento a esa aportación, el domingo tendrá en las gradas del Staples Center a un espectador especial como es el ministro de Deportes de República Dominicana, Felipe Payano, que se encuentra ya en Los Ángeles para participar en distintos actos oficiales del Fin de Semana de las Estrellas.
De acuerdo al propio pívot de los Hawks, con Payano también llegaron sus padres. Tito Horford, su padre, le abrió el camino en la NBA cuando realmente sí era difícil estar dentro del mejor baloncesto del mundo.
"Lo único que puedo decir es que me siento feliz. Estoy muy contento de llegar por segunda vez consecutiva al Partido de las Estrellas", declaró Horford a los periodistas en el día dedicado a la prensa. "Estar entre los mejores jugadores del mundo y tener conmigo a mi familia es lo más grande".
Horford, en su línea de corrección y clase, dijo que nunca le preocupaban lo que pudiesen decir los demás sobre su selección como reserva, sin que fueron los entrenadores los que vieron mejor que nadie el esfuerzo que hace cada noche que sale al campo.
"Esto es algo muy especial, se nota en todo el ambiente, de ahí que los jugadores nos sentimos felices", señaló Horford. "Mi familia, mi país lo viven mucho y con la misma intensidad que lo hago yo".
El pívot dominicano ha respondido a todas las expectativas que los Hawks se hicieron cuando lo seleccionaron con el número tres en el sorteo universitario del 2007, después de haber sido campeón nacional con la Universidad de Florida.
La gran virtud en el juego de Horford es la regularidad, seguridad y el gran concepto de equipo que posee cuando está en el campo para conseguir promedios de 12,7 puntos y 9,7 rebotes desde que llegó hace tres temporadas a la NBA.
Horford será el único representante del baloncesto latinoamericano dentro de la Conferencia Este, pero se unirá con el escolta argentino Manu Ginóbili, de los Spurs de San Antonio, en el Oeste y el ala-pívot español Pau Gasol, que será su rival en el campo.
"Ambos son dos jugadores excepcionales y sobre todo grandes personas de las que se aprende mucho dentro y fuera del campo", declaró Horford. ""Cada año que pasa, Manu tiene argumentos para estar en el Juego de las Estrellas, que una vez más será divertido, pero también queremos ganar".
También destacó que espera que su participación impulse el crecimiento del baloncesto en su país, aunque no confirmó su presencia en el próximo preolímpico, a celebrarse en Mar del Plata (Argentina).
"Creo que en nuestros países el baloncesto se está practicando más y está creciendo", subrayó el pívot titular de los Hawks. "Hay muchas posibilidades de que vaya (al preolímpico), pero todavía no está confirmado".
Horford reconoció que estaba jugando más libre cuando salía al campo ya que el nuevo entrenador de los Hawks, Larry Drew, le ha dado más libertad para que lo haga y eso se ha notado en su rendimiento.
El pívot dominicano también se siente contento y feliz por la marca que tienen los Hawks (34-21), terceros en la División Sureste, a sólo un triunfo del segundo lugar que ocupan los Magic de Orlando.
"Son los momentos en los que me debo sentir feliz por las cosas positivas que están sucediendo a mi alrededor y de ahí que me sienta listo para salir al campo el próximo domingo y no defraudar", destacó Horford, que en lo que va de temporada tiene unos promedios de 16 puntos con 9,8 rebotes y lo que es más importante All-Star.
No hay comentarios:
Publicar un comentario