1 de agosto de 2011

LA VIVENCIA DE SER PADRE ES GRATIFICANTE SOBRE TODO PARA LOS PRIMERIZOS POR LA IMPORTANCIA Y RESPONSABILIDAD SOCIAL QUE SE ADQUIERE

La relación entre Sandy Gabriel y su hijo Sebastián, inició desde que “El Sebast”, como le llama a su retoño de tres años y medio, chapaleaba y se formaba en el vientre de su madre.
El talentoso saxofonista y compositor oriundo de Puerto Plata, se tomó muy en serio su rol de padre primerizo.
Sandy, amo y amante de las cosas bien hechas y los detalles, le hablaba a su hijo mucho antes de que él sintiera el airecito del mundo. “Conocía mi voz y se movía increíblemente cuando tocaba el vientre de su madre”, relata el orgulloso padre que filmó el parto y fue la primera persona que el bebé miró cuando por fin pudo conciliar sus tiernas pupilas con la luz.
“Yo corté su ombliguito. Siempre recordaré su carita. Me miraba como reconociendo la voz que escuchaba antes de nacer”, nos cuenta el artista que recientemente grabó dos temas con el famoso percusionista puertorriqueño Giovanny Hidalgo, para la producción que presentará próximamente con aportes musicales de Chucho Valdés.

La inteligencia de Sebastián, tiene enamorado a su papi. La complicidad y confianza entre padre e hijo es tal que se bañan juntos y el niño le acompaña en el estudio, en las sesiones en que Sandy compone y crea maravillas a soplo de saxofón

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