Medio centenar de proyectiles de artillería norcoreanos han impactado esta madrugada contra una isla de Corea del Sur en el Mar Amarillo, situada cerca de la tensa frontera marítima entre los dos países. Al menos han muerto dos soldados y otros 12 y varios civiles han resultado heridos, tres de ellos de gravedad.
Corea del Sur ha calificado el ataque de "clara provocación militar" y su Ejército ha decretado el mayor nivel de alerta desde el fin de la guerra de Corea. Las autoridades surcoreanas han señalado además que, en caso de que se produzca otra provocación similar, habrá "una dura represalia" El Gobierno de Pyonyang, por parte, asegura que fue Seúl la que atacó primero.
Las autoridades han pedido a los 1.700 habitantes de la isla de Yeonpyeong, que se encuentra a unos diez kilómetros de distancia de la costa norcoreana, que abandonen la zona y muchos de ellos han sido evacuados a búnkers. "Al menos 10 casas están ardiendo. No puedo ver claro debido al humo. Las colinas también están ardiendo", ha declarado un vecino a YTN. "Nos dijeron por los altavoces que evacuáramos las casas". La televisión de Corea del Sur ha mostrado columnas de humo en el lugar del impacto y la agencia Yonhap informa que el fuego está sin control en muchas viviendas afectadas y que se están produciendo apagones en gran parte de la isla.
El ataque se produce después de que el pasado fin de semana un científico estadounidense revelara la existencia de una sofisticada planta de enriquecimiento de uranio en Corea del Norte, que podría proporcionarle una nueva vía para obtener armas atómicas.
Este descubrimiento volvió a desatar la alarma internacional. Washington aseguró que es un nuevo "movimiento de provocación", Seúl se mostró "muy preocupado" y Tokio lo calificó de "totalmente inaceptable". El primer ministro nipón, Naoto Kan , ha ordenado a su Gobierno que esté preparado "para toda eventualidad" tras el ataque de esta madrugada.
El ataque también se produce poco antes de que 70.000 soldados surcoreanos comiencen sus maniobras militares anuales. Las autoridades norcoreanas han criticado duramente estos ejercicios porque consideran que son un simulacro de invasión de su territorio y constituyen "un acto de provocación previo a una guerra".
Como consecuencia del bombardeo se han suspendido indefinidamente las negociaciones que mantenían ambos países, con la mediación de la Cruz Roja, para facilitar el reencuentro de familias separadas por la guerra.
El lugar de impacto se encuentra cerca de la frontera oeste, una de las zonas donde se concentra la mayor tensión entre ambos países y escenario de varios choques entre ambos en el pasado. En marzo, un buque de combate surcoreano, con 46 soldados a bordo, se hundió tras el impacto de un torpedo norcoreano . Tres meses antes los dos países intercambiaron intensos disparos en la zona . A finales de enero, Corea del Norte abrió fuego hacia el mar desde sus baterías en la costa oeste, a lo que el Sur respondió desde una base situada en una isla cercana a la frontera marítima. En noviembre del año pasado, patrulleras de los dos países cruzaron disparos después de que un barco norcoreano traspasara la línea divisoria. Un marinero del Norte resultó muerto. En 1999 y 2002, se produjeron enfrentamientos similares.
La frontera en disputa fue trazada de forma unilateral por el mando de Naciones Unidas tras el final de la Guerra de Corea (1950-1953). No es reconocida por Pyongyang, aunque sí por Seúl. Los dos países continúan técnicamente en guerra, ya que el conflicto armado finalizó con una tregua, que nunca dio paso a un tratado de paz.
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