NUEVA YORK._ Rubén de León, un dominicano de 35 años de edad que el jueves 22 de mayo asesinó a balazos a su esposa Jeannette de León (32) delante de una hija de la víctima, fue condenado a cadena perpetua, luego que negociara esa pena con los fiscales de Fort Myers en La Florida y el acuerdo lo salvó de ser ejecutado con inyección letal. El asesino criollo se había declarado culpable de seis cargos que incluyen estupro a una hijastra y el homicidio contra su mujer. La víctima era de origen boricua y procreó otra hija con el dominicano.
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